En 1956, cuando la revista francesa France Football creó el galardón para premiar al mejor jugador europeo del año, Matthews fue el elegido.

La decisión, según los criterios de votación de la UEFA y la propia France Football, se basó en su rendimiento individual, su impacto en el juego y su inigualable deportividad. A sus 41 años, el inglés se impuso a figuras como Alfredo Di Stéfano (30) y Raymond Kopa (25).

A lo largo de su carrera, Matthews cosechó una serie de reconocimientos que cimentaron su estatus de leyenda. El más memorable fue su actuación en la final de la FA Cup de 1953, un partido conocido como “la final de Matthews”, en el que, a sus 38 años, lideró al Blackpool a una remontada histórica.

Su juego limpio fue tal que nunca fue amonestado en toda su carrera, un logro que le valió el respeto de aficionados y rivales.

¿Otros premios de Matthews?

Entre los premios que destacan en su palmarés se encuentran el Premio FWA al Futbolista del Año, que ganó en 1948 y 1963, y su nombramiento como Caballero del Imperio Británico en 1965, siendo el primer futbolista en activo en recibir esta distinción.

La FIFA, en 1992, le concedió la Medalla de Oro al Mérito como embajador del fútbol, reconociendo su labor de difusión del deporte por el mundo.

El 23 de febrero de 2000, Stanley Matthews falleció a los 85 años en su ciudad natal. En un emotivo homenaje, sus cenizas fueron esparcidas en el círculo central del estadio del Stoke City, el club de sus amores, para que su legado y su figura permanezcan para siempre en el corazón del fútbol inglés.